Estela funerària ibèrica d’Altea la Vella

Se encontró accidentalmente en 1972 en el espacio de una necrópolis ibérica conocida y expoliada desde principios del siglo XX. Los escasos materiales conocidos no se empezaron a estudiar hasta los años 80. La estela está realizada en piedra arenisca de grano fino, muy porosa. Mediante un grabado de incisión y fricción se representó de manera esquemática la panoplia propia de un guerrero, de un hoplita. En ella podemos distinguir elementos como una espada con empuñadura de antenas y hoja recta, un cuchillo afalcatado de uso personal, un posible guante o manopla, un hipotético linothorax o coraza hecha de capas de lino, el cinturón de apariencia samnita de lámina de bronce y las grebas de protección para la espinilla. Todos ellos, elementos símbolo de estatus y prestigio para su poseedor.